El estímulo que lo provoca parece ser una amenaza de separación, rechazo o decepción. Lo que sustenta la conducta es un sentimiento de tensión abrumante y de soledad derivante de un miedo al abandono, de odio a sí mismo, y de una aprehensión de ser capaz de manejar su propia agresión. La ansiedad se incrementa y culmina en una sensación de irrealidad y vacío que produce un adormecimiento de las emociones y la despersonalización. El cortarse es un medio primitivo para combatir la despersonalización.
¿POR QUE?
Por un lado reduce tensión y por otro es un método que tiene la gente para manejar emociones fuertes las cuáles no han aprendido a manejar de mejor manera.
El autolesionarse hace que el nivel de tensión tanto psicológico como fisiológico regrese a un estado que se puede soportar.
Cuando una persona siente una emoción negativa muy fuerte y no sabe como manejarla, aprende que al hacerse daño reduce ese sentimiento de incomodidad en el que se encuentra de manera inmediata. A lo mejor se sienten mal después de hacerlo, pero por lo menos ya no tienen esa sensación de desesperación intensa; digamos que es sentirse mal pero en calma.
Esto explica el porqué el autolesionarse puede ser adictivo: Funciona. Cuando tienes una manera rápida y fácil de hacer que las cosas malas desaparezcan por un rato, ¿porqué tratar de encontrar una manera más tardada y que requiere más esfuerzo para lograr lo mismo? Sin embargo, a la larga, las consecuencias negativas de este comportamiento se van sumando, y la gente pide ayuda.